EL ABC DE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA - LOS SENTIDOS
ESTIMULAR LOS SENTIDOS
La estimulación sensorial ayuda a despertar las capacidades cognitivas, perceptivas y motrices del bebé, que son la base para consolidar futuros aprendizajes y prevenir posibles dificultades.
El contacto piel con piel entre la madre y el bebé es fuente de múltiples beneficios, desde el momento mismo de su nacimiento. Estar piel con piel con la madre ayuda al recién nacido a regular la frecuencia respiratoria, cardíaca y la temperatura; le alivia el estrés y la ansiedad que provoca el parto y propicia el inicio de la lactancia materna.
Luego el bebé se sigue beneficiando del contacto físico, y mejora sus habilidades cognitivas y motrices. En la medida en que crece, se abren nuevos campos de exploración. Al bebé le cuesta estarse quieto y quiere tocar todo.
La estimulación sensorial es una maravillosa forma de compartir y comunicarte con tu bebé. Les brindará momentos imborrables de desborde de risas, besos y abrazos. Además de los ejercicios que puedas hacer a tu bebé, disfruta del cuidado diario.
Todo lo que puedas hacer para activar los sentidos del bebé contribuirá con su desarrollo físico y afectivo. Y, mientras se desarrolla el cerebro, con sus habilidades y destrezas, estrechas vínculos de amor y apego.
¿CÓMO LO HACEMOS?
SENTIDO DE LA VISTA: se puede poner un objeto frente al bebé e intentar que siga el movimiento de este con los ojos. También se le debe hablar dentro y fuera de su campo visual.
Silbar, aplaudir suavemente, hablarle desde diferentes puntos, así como mostrarle objetos que producen ruido sirve para que asocie el sonido con lo que ve y, de esta forma, estimule su sentido del oído. Hablarle al bebé desde pequeño le ayudará a desarrollar su capacidad de habla. Para el tacto hay que facilitarle objetos con distintas texturas (duros, blandos, fríos, suaves, húmedos, etc.), así como darle masajes, para que se familiarice con las formas y sensaciones físicas.
SENTIDO DEL GUSTO: Una forma de estimular el sentido del gusto es realizar leves modificaciones en los alimentos. Es aconsejable cambiar un ingrediente en las comidas para que el bebé se acostumbre a los diferentes sabores. Un niño suele llevarse cosas a la boca para descubrir el mundo, así distingue qué objetos tienen buen sabor y cuáles no.
SENTIDO DEL OLFATO: Para el olfato, después de los seis meses, se le puede dar a olfatear alimentos, y también acercarle objetos cotidianos para oler, pues esto le ayudará a relacionar los aromas con las cosas.
Para estimular al bebé no es necesario complicarse mucho. Se puede comenzar poniendo en práctica actividades sencillas que favorezcan su desarrollo.
- Juegos de imitación: el bebé observa e identifica a las personas de su entorno, ve que hablan, que producen sonidos y hacen expresiones faciales. La primera comunicación no verbal se da cuando se responde a sus balbuceos y se los anima a repetirlos.
- Pista de obstáculos: a través del juego se los puede ayudar a dominar sus movimientos. Convirtiendo una habitación en una sala de motricidad, y colocando obstáculos que pueda escalar, como cojines y cajas. Como meta se puede utilizar su juguete favorito.
- Jugar con él: los padres son el compañero de juegos por excelencia. Juegos como el caballito, el avión, las cosquillas o las escondidas fortalecen los lazos familiares y desarrollan el equilibrio y la musculatura.
- Poner canciones en otros idiomas desarrollará su agudeza auditiva. Su capacidad de discriminación de sonidos será mayor y le resultará más sencillo aprender otros idiomas.
- Describirle el mundo: explicarle las cosas que ve en la calle o lo que hace en todo momento ayudará que comience a descubrir su entorno. Por ejemplo, al pasear por el parque, dile “mira, un perro”, y, cuando estén en el cuarto, di “te pondré tu ropa y después te peinaré”.
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